La Organización de las Naciones Unidas (ONU) tiene seis órganos principales, entre los que destacan el Consejo de Seguridad y la Corte Internacional de Justicia. Cada uno es autónomo e independiente y no está subordinado a una jerarquía política ni jurídica respecto de los otros. Como no existe un control de constitucionalidad o convencionalidad expreso en la Carta de la ONU, ¿qué sucede si el Consejo de Seguridad actúa más allá de los poderes que le confiere la Carta? Y al ser sus decisiones jurídicamente vinculantes, ¿la Corte Internacional de Justicia podría examinar la legalidad de tales decisiones? Los casos de Namibia y Lockerbie plantearon estas preguntas que siguen sin respuesta. El libro de Pablo Arrocha Olabuenaga, diplomático de carrera y profesor universitario, estudia a detalle las facultades y los límites del Consejo de Seguridad y la competencia de la Corte Internacional de Justicia para ejercer su poder de revisión judicial, y ofrece soluciones a un tema complejo e interesante mediante un análisis riguroso del Derecho Internacional Público, utilizando precedentes para atender los casos que pudieran presentarse en el futuro. En un contexto en el cual los Estados recurren a la ONU para legitimar sus actos en el ámbito internacional, como el reconocimiento de estatalidad, la anexión de un territorio o inclusive el uso de la fuerza, es necesario y apremiante tener respuestas concretas a estos dilemas jurídicos.