La comisaria Ruiz ha venido a la literatura negra para quedarse. FERNANDO MARÍAS
Harbour plasma los sentimientos de sus criaturas, personajes sólidos, los buenos y los malos, bien hechos, como sus mundos JUSTO NAVARRO, El País
Tras una larga convalecencia, la comisaria Ruiz ha vuelto. Lo hace el mismo día en que un hombre es hallado muerto entre los setos del Retiro. Es otoño en un Madrid enrarecido en el que las protestas de los indignados se mezclan con noticias de suicidios en una multinacional. La aparición del cadáver parece estar relacionada con este grave asunto laboral, pero algo no encaja. María Ruiz se verá arrastrada a una batalla propia de una era de codicia y desigualdad.