Uno de los grandes problemas por los que atraviesa nuestro país es el fenómeno de la esquematización programática del sistema de seguridad pública nacional que, bueno, mucho falta por hacer al respecto, sin embargo, son ya diversos años de experiencia en los que se han ido delineando toda una serie de perfiles, niveles o ejes que engloban y al mismo tiempo perfilan y por obviedad representan los pilares fundamentales que le dan cimiento a los ángulos sistemáticos en un rubro tan especial como es el del sistema nacional de seguridad pública, ubicado como de prioridad nacional, aunque remarco, en este nuevo milenio necesariamente se requiere todo un nuevo y renovado esquema metodológico con etapa: evolutivas y propositivas relacionadas con el ataque y combate a la inseguridad pública.
Hace ya cinco años, cuando salió a la luz pública la primera edición de esta obra, única en su genero académico e informativo, empecé a escuchar comentarios y sugerencias respecto de este tópico, tanto en universidades que visitaba para impartir cátedra a nivel postgrado, o en seminarios en diversas procuradurías de justicia de algunos Estados de la República, con interrogantes indicándome y sugiriéndome que comenta se, ya no el proyecto nacional de seguridad pública, como sistema, sin más bien, que manejase, cuáles eran las causas, motivos o razones que provocan la inseguridad pública, ello por un lado, por el otro, ¿cuáles era las alternativas o medios de solución? y por último que comentase también en relación con la participación del ejército militar mexicano y de su enfoque constitucional respecto de su injerencia o actividad funcional en fenómeno nos tan cruciales como el narcotráfico, la guerrilla, el combate a la delincuencia y la profesionalización policial.
