Observemos más de cerca a este hombre. Grita, golpea, rasga, patalea, lanza, se enrojece, transpira, gesticula: desperdicia su energía. Por ello, hablamos de una explosión de cólera, pues esta libera energía demasiada. ¿Qué hacer con esa energía? ¿Dejarla explotar de inmediato o tener la paciencia para guardarla y utilizarla más tarde?