Izta era la princesa más hermosa de la tierra y muchos pretendientes venían desde lejos Tara conquistarla. Aun siendo la hija del emperador, Izta no quería casarse con un hombre de poder y riqueza. En cambio, se enamoró de Popoca, un valiente guerrero que peleaba en el ejército de su padre, quien no le ofreció riquezas, sino la promesa de quedarse a su lado para siempre.
El emperador no quería que su hija se casara con un simple guerrero, aunque reconocía la valentía de Popoca. Por lo que le ofreció un trato: si el guerrero lograba derrotar a su enemigo, Garra de Jaguar, entonces el emperador les permitiría casarse a Izta y Popoca. Pero Garra de Jaguar tenía un plan para frustrar al guerrero.