Al menos una de cada cuatro personas se siente sola en la multitud, prefiere no ser el centro de atención, tiende a escuchar más de lo que habla y requiere mucho tiempo a solas para recuperar su energía. Son personas introvertidas no tienen por qué ser tímidas, distantes o antisociales. La doctora Olsen Laney disipa la creencia de que algo anda mal con ellas y, en su lugar, les ayuda a reconocer sus fortalezas internas: habilidad analítica, potente pensamiento creativo y gran capacidad de concentración.