El oso en esta historia se despierta para descubrir que su bosque se ha ido. Se ha construido una fábrica en la parte superior de su cueva y, lo que es peor, el capataz está exigiendo que comience a trabajar en la línea de montaje. Los dibujos cómicos de tinta de Frank Tashlin se suman al humor de esta escandalosa farsa.