Es una mañana de luz débil y titubeante. La selva despierta después de varios días en los que ha rugido la tempestad conocida por todos con el nombre de El Niño. Paloma se dirige al río cercano a su casa para recoger los peces que la crecida ha ido arrastrando a sus orillas y hacer así provisión de alimento. Allí aprisionado junto a un gran árbol abatido por el viento y la fuerza del agua encuentra al Pez Dorado que le pide ser devuelto a la corriente. A cambio le dará la piedra mágica con la que podrá ver cumplidos todos sus deseos.
Ella y su amigo Martín compartirán el secreto. Gracias a la piedra mágica podrán comunicarse con todos los animales y conocerán a Tino el delfín rosado del Amazonas; a Tico-Tico un loro de cuatro colores; y a Pilón un pequeñísmo mono tití. Juntos harán frente a una peligrosa banda delincuentes dirigida por Freddy Malagón que pretende enriquecerse indebidamente con el comercio de animales en peligro de extinción.