Este libro trata temas de derecho penal con una perspectiva filosófica. Explora, mediante una serie de ensayos, los límites que una teoría de la responsabilidad penal posee para reprochar la conducta de los agentes si pretende estar justificada. El análisis de los trabajos se centra en cuestiones vinculadas al dolo. En particular, dos ideas guían el presente volumen. Ellas pueden resumirse de la siguiente manera: es importante distinguir entre resultado intentado y consecuencia prevista, por ejemplo, dolo directo y dolo eventual, para evaluar de mejor manera la conducta de los agentes, es central que el dolo esté compuesto por estados mentales y, por lo tanto, quien evalúa debe probar que una persona poseía tal o cual estado para que se le pueda imputar como doloso determinada conducta.