Desde su planeación hasta el día de hoy, el Museo Anahuacalli guarda una riqueza enorme y un legado que pertenece al pueblo de México, gracias a la generosidad de uno de nuestros más grandes artistas, Diego Rivera, quien logró crear un fideicomiso a través del Banco de México, por medio del cual donó este espacio y el Museo Frida Kahlo, con el invaluable acervo que albergan, para disfrute de sus visitantes. El Anahuacalli, cuya construcción ecléctica busca integrar arte y arquitectura al entorno natural, está inspirado en los edificios prehispánicos, en los funcionalistas de los años cuarenta del siglo XX y sobre todo en la Casa de la Cascada en Pensilvania, cuyo arquitecto fue Frank Lloyd Wright. Este museo resguarda la colección prehispánica que Diego conjuntó a lo largo de su vida, así como 14 bocetos que el maestro utilizara para realizar algunos de sus murales más emblemáticos. La conservación de esta obra representa un esfuerzo monumental, que sería imposible llevar a cabo sin el concurso y apoyo de diversas instituciones comprometidas con la cultura, como es el caso de Bank of America Merrill Lynch, una empresa financiera de alcance global que, mediante su Proyecto de Conservación de Arte, ha decidido colaborar con el rescate del arte mexicano. Juntos, el Museo Diego Rivera-Anahuacalli y Bank of America Merrill Lynch, se dieron a la tarea de rescatar cuatro piezas destacadas de la colección del Museo: El hombre en la encrucijada A, El hombre en la encrucijada B, El hombre técnico y El agua, origen de la vida en la tierra.