Recibió el premio bellas artes de literatura Luis Cardoza y Aragón para crítica de artes plásticas 2009. Sergio Rodríguez Blanco construye una travesía por el universo estético que despliega el pelo humano utilizado como materia para el arte en el trabajo del artista mexicano Gabriel de la Mora. Un viso de perversión palpita detrás del esteticismo y la sorprendente destreza técnica de algunas de sus obras realizadas con fibras capilares de seres humanos. A primera vista, el pelo aparece transfigurado como un dibujo delicado y aséptico; al aguzarla mirada, las líneas se descubren como cabellos de donantes vivos, incluso de cadáveres exhumados. A través de su prosa vibrante, Rodríguez Blanco conduce al lector desde el concepto de alegoría de Walter Benjamín a la categoría de lo real de Jacques Lacan, de la abyección de Julia Kristeva al sex-appeal de lo inorgánico de Mario Perniola.
