Hoy cocino yo. Soy el cocinero. Mamá me deja, pero papá dice: -¡Hum!- Pues no pienso comer ni un solo bocado, ni una sola cucharada. -¡Qué va!- contesto. Estará todo delicioso. Deliciosísimo. ¿Cómo no vas a probarlo? ¡Tú te lo pierdes! -Ya veremos- dice papá entre risas.