Roberto Cusac pierde a su pequeño hijo en un parpadeo, sin ser capaz de hallarlo ni de volver a saber de él nunca más. Posteriormente su matrimonio se deshace y de ser policía se convierte en un detective alcohólico que se dedica a buscar deudores y a desenmascarar infidelidades. Entre la obsesión por la pérdida de su hijo y las botellas consumidas, su vida transcurre en una decadencia interminable. Pero un singular reto lo hará enfrentarse de nuevo a sus demonios: Cusac debe encontrar a la joven África que ha desaparecido. ¿Logrará por fin dejar atrás el pasado y redimirse este atormentado detective?