Javier tiene un sueño inalcanzable: tener un perrito. Todas las noches sueña a qué jugaría con él, cómo se divertirían juntos y qué contentos estarían haciéndose compañía. Pero sus padres han dicho que no y él está tan triste que su querido abuelo no ha podido dejar de notarlo. ¿A qué puede comprometerse un niño de ocho años? ¿Será Javier capaz de aprender cómo tratar a una mascota, cuidarla, alimentarla y educarla, incluso si se trata de un perro invisible? ¿No es un reto demasiado grande para un pequeño? El abuelo se pregunta esto y decide apoyar a su nieto y hacerle un regalo. Javier, además de una gran alegría, recibe varias oportunidades: la de aprender a ser responsable y amoroso con un animalito especial que ahora depende totalmente de él; y la de responder a la confianza que su abuelo le ha mostrado al ponerse incondicionalmente de su lado. ¿Podrá hacerlo bien?