¿A qué se debe el fracaso repetido de la mayoría de las dietas? ¿Dónde reside el verdadero problema del exceso de peso y de la ingestión compulsiva de alimentos? Solo si podemos concedernos un espacio para la intimidad y para el amor aprenderemos a disfrutar de la comida y dejaremos de usarla como sustituto. Liberarse de la obsesión por la comida es posible y no significa privaciones, culpa ni dietas. Si la comida es un sustituto del amor, dejar de alimentar al niño maltratado o al adulto solitario significa nutrir el amor y dar lugar a la intimidad liberando el dolor de la vida pasada e instalándonos definitivamente en el presente. Cuando la comida sustituye al amor también relata la experiencia personal de la autora en su lucha por superar el miedo a la intimidad. En un estilo que escapa tanto del psicologismo como del análisis dietético, nos enseña cómo la comida puede llegar a ser una fuente de placer y de alegría.