Freddie Montgomery es un científico de talento, marido y padre, que lleva una vida de exilio en una isla del mediterráneo. Llegado el momento de saldar una deuda, su mujer y su hija son retenidas como garantía de pago y él regresa a Irlanda para conseguir fondos en una búsqueda que termina en el robo de un cuadro valioso y un asesinato. ¿El móvil del crimen? ni la avaricia ni la venganza. Ha matado porque podía hacerlo. El narrador es una especie de asesino accidental: el monstruo que todos llevamos dentro y que trata de explicarse mientras espera juicio.