Nuestra vida social y política difícilmente puede entenderse sin la laicidad. Comprender y defender este concepto no sólo implica asumir la separación de los asuntos de Iglesia y Estado, sino entender la importancia de la libertad de conciencia, la autonomía de la política frente a lo religioso, y la igualdad entre los individuos. En esta obra, escrita por una de las autoridades mundiales en la materia, encontrarás una discusión amena y enriquecedora en la que podrás rastrear los orígenes de la laicidad hasta nuestros días, así como las soluciones para enfrentar los dilemas de la sociedad contemporánea.