El aliento de los dioses, segunda novela de Brandon Sanderson, es una rara avis en la fantasía épica: una narración completa en un único volumen, con toda la imaginación, la aventura, la magia y los entrañables personajes a los que este autor, destinado a heredar el trono de todo un género, nos tiene acostumbrados. No en vano ocho millones de lectores en todo el mundo ya son fieles seguidores de su trayectoria. Hace años, el monarca de Idris firmó un tratado con el reino de Hallandren según el cual el rey Dedelin enviaría a su hija mayor, Vivenna, para casarse con Susebron, el rey-dios de Hallabdren. Vivenna ha sido adiestrada durante toda su vida para ser una novia adecuada para Susebron y así cumplir con su deber y ayudar a forjar una paz estable entre los dos reinos. Ese era el plan, pero el monarca de Idris envía a su hija Siri, desobediente e independiente, en lugar de Vivenna. Mientras intenta encontrar su lugar en la corte de Susebron, Siri descubre la verdad oculta sobre el rey-dios. En Idris, Vivenna se siente intranquila y teme que su hermana no esté preparada para esa nueva vida, por lo que decide viajar a Hallandren. Allí se reúne con la gente de Idris que trabaja en la capital, TTelir, y comienza una nueva vida de espionaje y sabotaje.