Sufrir por amor es inevitable. Poco importa el número de besos apasionados en los portales ni los felices paseos bajo la luz de la luna. En cualquier momento, sin esperarlo, todo puede terminar y el universo entero se hunde a nuestro alrededor. A todos nos ha ocurrido, y la búsqueda de consuelo en asuntos amorosos es una constante en la historia de la humanidad. Curiosamente, existe una relación en la que todo eso parece no haber ocurrido jamás. Ha estado siempre ante nuestros ojos y nunca nos habíamos fijado en ella: se trata de la que los científicos tienen con el universo. Gracias a Newton, seguiremos la pista de esa especial relación de amor con la ciencia para intentar aprender de ella las claves que nos ayuden a encontrar un consuelo ante nuestros males amorosos. Un relato emocionante que nos descubre hasta qué punto la vida está supeditada a la ciencia, incluso en los ingobernables designios del amor.
