Con las voces de los sobrevivientes, este libro reconstruye lo ocurrido en Iguala los días 26 y 27 de septiembre de 2014, cuando también otros tres alumnos fueron asesinados y varios heridos de gravedad. Con palabras de familiares y normalistas, es también una crónica de lo que siguió para ellos: un año de vida suspendida por la espera interminable en debate con el tiempo imposible de frenar; el gesto de los estudiantes congelado en una imagen mientras sus padres envejecen buscándolos y sus hijos crecen esperándolos de regreso.