Nuestro cerebro necesita a cada instante saber que estamos bien vivos, antes de ponerse a cumplir sus funciones de vigilancia y de conciencia, como apunta el neurobiólogo Antonio R. Damasio.
Y para ello serán necesarios los cinco sentidos que, a partir de sus receptores sensoriales, tendrán la misión de captar e incorporar los estímulos físicos y químicos, externos e internos.
A través de los órganos sensoriales nos comunicamos con un mundo exterior que solo existe para percibirnos a nosotros mismos.
Los sentidos son las ventanas que nos muestran cómo nos viven los demás, son el vehículo de la comunicación física y psico-emocional que recibirá la información por medio de la percepción, e impactará nuestra psique y nuestro mapa corporal.
En este libro se desarrollan todos ellos desde la anatomofisiología, la simbología y los remedios homeopáticos indicados en cada patología.
La sensorialidad nos despierta.
Implica sentir lo que realmente se está viviendo en este momento y en este lugar; nos ayuda a identificar qué es lo que está sucediendo, para verbalizarlo, ponerlo en movimiento, en colores, en cantos, etcétera.