El historiador griego Herodoto escribió: Egipto es el regalo del Nilo, y estaba en lo correcto. Sin el Nilo, Egipto no hubiera sobrevivido. El rio los abasteció de agua, pesca y tierra; de igual manera, el Nilo constituía tanto su ruta principal como su sistema de alcantarillado. A la tierra fértil que rodea al río se le conoció como la tierra negra, en donde los egipcios sembraron y construyeron casas de adobe.
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