Este nuevo curso te ofrecerá posibilidades de aprender particulares: tanto el curso como el libro están estructurados para que, al final de cada uno de los primeros cuatro bloques, recuperes muchos de los conceptos que aprendiste a lo largo del mismo, en la sección Proyectos. Así podrás integrar equipos de trabajo para responder preguntas específicas y compartir sus resultados con el resto de los compañeros. Además, en el bloque 5 Química y tecnología, podrás investigar y proponer soluciones a diversos problemas, pues está integrado sólo por proyectos. Al finalizar el estudio de este libro habrás integrado tus conocimientos de química, pero, lo mejor es que con un propósito. Antes de empezar con el estudio, es importante recordar o hacerte notar tres condiciones adecuadas para sacarle mejor provecho: La primera tiene que ver con el lenguaje. La química, como las demás ciencias y muchas otras actividades, tiene un lenguaje especial. Para iniciarte en el entendimiento de la química debes conocer el significado de sus conceptos más importantes. Por ello, cuando te enfrentes a una palabra cuyo significado desconozcas, búscala en diccionarios o enciclopedias hasta que puedas enunciarla con tus propias palabras. El conocimiento de un concepto básico de química puede resultar muy importante para que puedas seguir aprendiendo. Como alguna vez reflexionó Ernest Rutherford, uno de los grandes físicos del siglo XX, y ganador del Premio Nobel de Química, Nunca digas: lo intenté una vez y no resultó. La segunda se refiere a la manera de estudiar. Algunas veces, al leer tus materiales de estudio mientras descansas, lo haces recostado y te quedas dormido. El estudio es algo activo y es recomendable que el tipo de lectura que exige se realice en el escritorio o mesa de trabajo: se requiere una atención permanente que no es tan fácil mantener, por ello no es propio estudiar acostado.