Las vacaciones de verano han llegado y Derek está imaginando todas las travesuras que hará para divertirse: arrojar globos llenos de agua, meter lombrices al buzón de su vecino y sumergir juguetes en pintura. Sólo hay un inconveniente: a su maestra se le ocurrió dejarle tarea de vacaciones, leer tres libros. Derek se niega pues cree que es más interesante vivir sus propias aventuras que leer las de otros. Al encontrar un viejo periódico, Derek queda intrigado por el relato de la muerte de una niñera. Queriendo llegar al fondo de este hecho, descubre un secreto sobre su pasado y, entonces, confirmará su teoría de que las historias sorprendentes no sólo están en los libros.
Un libro para quienes no creían que leer podía ser tan divertido.
