Dos continentes, dos naciones, dos culturas y dos siglos, unidos por la saga de una familia libanesa-mexicana. Huir de la violenta opresión del Imperio otomano para caer en la violencia de la Revolución mexicana; amar la tierra en uno y otro lado, tender puentes para la nostalgia y la tradición con la comida, la fe y las historias: de fantasmas, de amores imposibles, de supervivencia e integración. La casa de las once puertas es una crónica de familia, un viaje de regreso a las raíces y una reflexión sobre el tiempo. Como trasfondo de esa narración, el relato de un maestro rural de la Huasteca hidalguense repasa la memoria de las luchas sociales, además de dar cuenta de un paisaje de belleza singular. Carlos Martínez Assad ha escrito una obra personalísima que evade las clasificaciones, entre la novela y el testimonio, las memorias y la crónica de viaje, para dar cuenta de los vasos comunicantes entre las épocas y la sangre.