Veronica ha dinamitado el matrimonio entre Elena y Carlos. Las dos mujeres son conscientes de que es el primer paso en una escalada que Elena, en defensa del futuro de su hija, trata de impedir. La lucha contra una sociedad embalsamada, las circunstancias adversas, los valores tradicionales y lo inevitable del destino, constituyen la vida de Elena y condicionan la de su hija, que crece en el centro de las hostilidades.