Seres seductores y terribles, que penan por no poder retirar de su alma la sentencia de condenación. Criaturas de la noche sedientas de sangre, crueles, despiadadas, que guardan un rencor profundo hacia los vivos, pues envidian su posibilidad de verse reflejados en espejos. Y como no tienen reflejo ni sombra, viven de noche, se ocultan en la oscuridad y se desvanecen ante el primer rayo de luz para resurgir como habitantes de nuestras pesadillas.