A lo largo de mi vida escribí unas nueve sinfonías, dieciséis cuartetos de cuerdas, más de treinta y dos sonatas de piano, una ópera y otras composiciones que conocerás conmigo. Es tanta la música que escribí, que resulta casi imposible de creer que durante más de la mitad de mi vida sufriera sordera. ¿Puedes imaginarte cómo es un músico que no oye? ¡Parece algo imposible!