El siglo XVIII en Francia fue apasionante. En él se dio la culminación del Absolutismo monárquico; se construyeron grandes palacios en base a la sumisión de las capas populares; nació el movimiento de la Ilustración y se produjo la célebre Revolución de 1789.
También fue la época de las grandes cortesanas que de manera intempestiva, accedían a las más altas esferas del poder. Y entre todas ellas, ninguna ha descollado tanto como Jeanne-Antoinette Poisson, o Madame de Pompadour.
Juana, como prefiere acercárnosla la autora, fue la gran amante de luis XV. Pero esta mujer, de origen burgués, más que cómplice de fogosidades, fue la gran compañera y consejera del rey. Culta y decidida, apoyó el proyecto de la Enciclopedia, se rodeó de los más notables filósofos y literatos de la época, protegió el teatro y prohijó las más variadas manifestaciones artísticas. Tuvo ideas innovadoras en la industria y la educación militar, gravitó en las decisiones de gobierno, embelleció París y llevó la moda, el ocio y el entretenimiento cortesanos a un refinamiento nunca antes visto.
Jazmín Sáenz nos revela aquí a una mujer cuya personalidad y valía superan cualquier preconcepto general, y cualquier deformación histórica en torno de su figura y rol histórico.