En cada relación interpersonal -con amigos, familiares, con nuestra pareja, o con vecinos, compañeros de trabajo, jefes- puedes encontrar personas que te maltratan. Y no solo pueden lastimarte con un golpe físico. El maltratador verbal aplica un golpe que no deja moretones en tu cuerpo, pero deja profundas marcas emocionales y espirituales. Si bien al comienzo de una relación difícilmente comprendas que estás padeciendo maltrato verbal, con el tiempo empiezas a ver que algo está andando mal. Sientes un malestar, una pérdida de energía. Y así es: el maltratador verbal sabe que la palabra tiene poder.