Karl Lagerfeld puede haber tenido otras ideas, pero Adele es un paquete completo. Si solo tuviera esa increíble voz sería suficiente. Porque aun así sería una gran estrella. Pero, además de la voz, tiene canciones clásicas instantáneas y esto es lo que sella el trato con un pegamento fuerte: es la persona más agradable que hayas conocido. La gente habla mucho sobre si Adele es auténtica, pero no es exactamente eso. Lady Gaga es igual de auténtica, pero Adele es instantáneamente conocible. La entendemos. No hay bombos para distraernos de su voz y de sus letras profundamente personales que se conectan con nuestros cerebros, corazones y, con demasiada frecuencia, con los conductos lagrimales. Ha llegado a ser una estupenda artista de sonido nuevo. A todos nos agrada Adele. ¿Qué te podría desanimar? Ella es emocional sin ser sentimental, es genial, amigable; graciosa y se ve fabulosa sin que lo intente demasiado. En un mundo de estrellas del pop que usan pelucas, el autotune y la corrección de entonación, Adele es un antídoto inflexible.