En este libro hay de todo, desde marinos a músicos, hermanas hirientes, prostitutas, clérigos desesperanzados, padres ciegos y mentirosos, indios incomprendidos. El ser humano duerme en tierra, y se presenta así como es: ser imperfectos, lleno de celos, odios, contradicciones, apariencias...
Leer este libro es una buena forma de salir de lo mismo de siempre, de aquellos autores ya cansados de tanto leídos. Existe en él una visión rejuvenecedora para la literatura actual, una voz que parece no cansarse, libre de los campos de batalla típicos de la literatura post-revolucionaria. En fin, es un libro para ser leídos, ustedes lectores, serán los mejores jueces.