Moverse con agilidad es una necesidad para muchos animales. Sólo los grandes depredadores que no tienen enemigos naturales que les persigan, podrían prescindir de la velocidad. Sin embargo, con frecuencia deben correr tras sus presas y nadar o volar con gran rapidez para cazarlas. El guepardo es el campeón de los corredores alcanzando los 110km/h, aunque solo puede mantener esta velocidad unos segundos. Algunas aves rompen las marcas de velocidad, éste es el caso del halcón peregrino que alcanza los 300km/h cuando está cayendo en picado. También en el mar encontramos todo tipo de depredadores.