La obra no es una crítica directa al Presidente de México, Enrique Peña Nieto, dado el nombre del libro y su portada; sino que el libro relata la serie de sucesos que ha sufrido el país a lo largo de la historia y que precisamente, lo ha llevado literalmente a un despeñadero, haciendo referencia al actual gobierno.
Obra hija del sufrimiento: el de México porque no encontramos el camino; y mi pequeña senda del dolor personal que, a veces, me asfixia. Estoy seguro que para edificar las bases de una nación libre en serio, auténticamente, y sin las ataduras de los complejos, es necesario destruir antes los cimientos podridos; de no hacerlo, el colapso será mucho mayor.