Desde los seis años de edad, Sasha Zaichik ha conocido las Leyes de los jóvenes pioneros soviéticos: el joven pionero se dedica al camarada Stalin, al partido comunista y por supuesto al comunismo ha llegado el momento en el que Sasha deberá unirse a los jóvenes pioneros, un momento que ha esperado durante mucho tiempo y desafortunadamente todo parece ir mal: rompe los lentes de un compañero con una bola de nieve; daña accidentalmente el busto de Stalin en un pasillo. Y lo peor de todo: su padre, el mejor comunista que conoce, ha sido arrestado. Una fuerte historia sobre el desencanto y las consecuencias de la ideología.