Poco a poco, cada día aumenta el interés en aprender más acerca de la nutrición y en aplicar estos conocimientos en nuestra familia. La alimentación, o sea la forma de comer, es la mayor parte de la nutrición, pero no lo es todo, para estar saludable también hay que hacer ejercicio, tener hábitos de higiene e inclusive no ingerir bebidas alcohólicas ni fumar. En este recetario se trata el tema de la alimentación, de la manera más sencilla posible, con menús muy concretos. Desafortunadamente, no hay espacio para explicar las razones técnicas de cada uno de ellos, simplemente porque el proceso de la nutrición, lo que pasa en nuestro organismo, al interior de cada célula, que ya es en gran parte conocido es muy complejo. El principio fundamental de una buena dieta es comer los alimentos que las estructuras químicas de nuestro organismo puedan procesar y utilizar fácilmente. Cuando comemos alimentos que requieren de un esfuerzo especial o diferente, se presentan cambios en nuestro cuerpo que, a la corta o a la larga, causan problemas. Cuando la alimentación es insuficiente, lo más común es la desnutrición moderada o la oculta, que se manifiesta porque el organismo funciona mal: en el niño desde su nacimiento, su periodo de lactancia hasta su desarrollo exiguo y sus defensas débiles que lo hacen propenso a contraer infecciones; en las mujeres, el proceso reproductivo es deficiente, y en todos disminuye la productividad física y la capacidad mental. En los últimos años se ha encontrado otro gran problema de la alimentación: su desequilibrio, ya sea porque es abundante o exigua, lo que ocasiona la presencia temprana de varias enfermedades crónicas como diabetes, aterosclerosis, hipertensión, afecciones del corazón, cáncer y varios síndromes de los ojos (cataratas y degeneración de la retina) y del sistema nervioso (temblores, etcétera).
