En este libro, Fernando Osorio brinda los frutos de una indagación paciente y necesaria. Con ella apunta a las raíces de la violencia que cunde en las escuelas. No se trata de un mero relevamiento de síntomas. Lejos de toda intención puramente descriptiva, el autor toma partido. Hunde las manos en el conflicto que lo convoca. Sin vacilaciones, desenmascara las fuentes del mal que a él, como a tantos de nosotros, también lo desvela. Y con sagacidad y firmeza recorre el repertorio de creencias, prejuicios e intereses que nutren, con su ceguera e impunidad, la alarmante prosperidad de la violencia en las escuelas.