Pocas veces escapamos del pasado. Siempre nos acecha, siempre nos persigue
siempre se nos adelanta. Así lo aprende Gabriela Rodríguez, protagonista de esta original historia donde la memoria es un terreno baldío poblado por los restos que deje un ser querido cuando muere, un lugar en que el miedo es muy parecido al amor y la desesperanza a la felicidad. En los recuerdo de Gaby habita la melancolía de su madre, quien ante la mirada de su hija se gasta el corazón al descubrir que amar también es tragedia, olvido, abandono
Gilma Luque ha sido becaria del FONCA en la disciplina de novela en los periodos 2006-2007 y 2009-2010. Ha participado en varias antologías y revistas literarias. Su primera novela, hombre de poca fe, fue editada en abril de 2010 por literatura mondadori. En las páginas de mar de la memoria la autora plasma y comprueba la idea de que tener un cuerpo es estar condenado y no podemos escapar de esa condena ni al mar ni al morir.