Mucho y bien se ha escrito sobre la dicotomía ética y política; en este sentido la presente obra es una aportación más al enorme acervo intelectual creado sobre esas figuras. De antemano el libro no contestará todas las preguntas habidas y por haber en ambos campos, mas ello no le resta valor y actualidad, pues aborda diversos aspectos que vinculan la difícil y tensa relación que ha existido a lo largo de la historia entre la ética y la política. La política se puede entender desde múltiples matices, lo cierto es que hoy en día es una actividad bastante desvalorada y con escasa credibilidad en la sociedad, como consecuencia de la conquista del poder a toda costa por parte de las élites políticas, sacrificando en la escalada demandas sociales. La ética, entretanto, persigue la inculcación de valores en la sociedad, y en el terreno político busca fomentar la justicia, la libertad, la democracia y la igualdad, que todo junto conforma la dignidad del ser humano. En el caso del político, esta carga ético-valorativa debe modelar los contenidos públicos y los medios con que cuenta para realizar los fines del Estado. No existe duda de que nos encontramos ante una coyuntura que se caracteriza por la ausencia de valores por la que atraviesa México, de ahí que se vuelva atractivo reivindicar esta actividad en su ausencia participativa. La ética de ninguna manera debe quedar enjaulada en las conciencias individuales; una de sus más altas misiones es proporcionar ideas al político que le sirvan para alcanzar el bien común: igualdad y libertad. En resumen, la obra busca llamar la atención del lector sobre la importancia que tiene mostrar interés por temas relacionados con las humanidad, y es una invitación a la reflexión desde el campo de las ciencias sociales en la búsqueda de dar nuevos pasos en la edificación de otro modelo político que sea capaz de vincular la ética y política, pero desde la mirada del otro: la sociedad.