En México son muchas las resoluciones y otros documentos judiciales en las diferentes ramas del derecho que a diario emanan de los jueces y tribunales. Sin embargo, en muchos casos esos documentos contienen faltas e imprecisiones de estructura y estilo, pero también de otra índole, lo cual dificulta su comprensión, y, por consiguiente, vulnera algunos derechos de las partes que intervienen en un proceso. Durante mucho tiempo, tanto en México como en algunos otros países, la redacción de sentencias y otros documentos judiciales ha estado guiada por un automatismo irreflexivo, caracterizada principalmente por su prolijidad y barroquismo. Repeticiones inútiles, obviedades, explicaciones innecesarias, extensas citas de testimonios, imprecisiones de diversa naturaleza, así como faltas de sintaxis, de gramática y de ortografía, además del empleo de palabras inusuales, caracterizan un estilo oscuro y desfasado de nuestra manera de comunicarnos actualmente. El propósito de los autores del libro consiste en ayudar a los juzgadores a mejorar la redacción de los diferentes documentos judiciales, para que éstos sean leídos y comprendidos fácilmente por las partes y por cualquier persona interesada, e indirectamente agilizar los trámites y desahogar los rezagos de los órganos jurisdiccionales. Con estos lineamientos no se pretende que los juzgadores logren una belleza estilística propia de otros géneros literarios en la redacción de los diferentes escritos judiciales, sino que en ellos se observe un cierto orden en la escritura y en la exposición de las ideas, y una sencillez en el uso del lenguaje.
