En este río escritural, a la mitad de sus aguas se unen dos maneras, dos vías: la novela y el ensayo, mediante las cuales Héctor García decanta y logra recuperar con fortuna, a veces siguiendo el cauce natural del flujo y por momentos yendo a contracorriente, la aventura de la vida. Para ello, el autor discurre lúcidamente sobre las preguntas fundamentales que algún día nos hacemos de asuntos como el amor, la mistad, la angustia, el presente, la memoria, la libertad, entre otros.
Si bien las respuestas a dichas cuestiones no se encuentran afuera sino en nosotros, ocultas pero al mismo tiempo vivas y latentes, subyaciendo en el fondo de la conciencia, de donde emana la capacidad de convertir al ser humano en lo que esencialmente es; Héctor García consigue iluminar estas zonas secretas, posibilitándole al lector un acercamiento experiencial a ellas, gracias a este sensitivo y perspicaz ejercicio de reflexión y revisitaciones.