Eric Herrán examina la relevancia del humanismo jurídico de Luc Ferry y Alain Renaut en la definición de los retos que enfrenta la filosofía política contemporánea. La cuestión central del libro es ésta: ¿Cómo puede ser posible en la actualidad- en un clima intelectual dominado por los diversos paradigmas historicistas- ofrecer buenas razones para suscribir el discurso de los derechos humanos, sin tener que asumir a un mismo tiempo los contenidos metafísicos de los jusnaturalismos antiguo y moderno? Herrán interpreta la respuesta de Ferry y Renaut a este interrogante como el intento meritorio de establecer una distancia crítica tanto frente a las ilusiones utópicas de la Revolución como frente a las ilusiones utópicas de la Revolución como frente a las decantaciones relativistas y nihilistas de la Desconstrucción.