A un siglo de su muerte, Wagner sigue siendo una de las figuras dominantes y más controvertidas de la historia cultural del mundo moderno. Sus óperas se cuentan entre los logros mayúsculos de la cultura occidental. Sin embargo, tras ellas asoman ideas que van desde lo profético hasta la locura y lo indefendible. Revolucionario a su manera, pensaba que el mundo podía redimirse mediante el vegetarianismo, la religión aria y la solución curativa de terminar con los judíos. Wagner para Principiantes separa el arte de las ideas arrogantes y el comportamiento personal destructivo del hombre.