Quino, con su habitual y cada vez más refinado sentido de la ironía, traza en este libro las contradicciones, desigualdades y desilusiones del mundo actual. El presente, en las manos del dibujante argentino, resulta impresentable por injusto y contradictorio. Para quino, el humor es simultáneamente catarsis y trinchera; un puente que lleva al lector de la risa a la reflexión.