La filatelia, ignorada por la SEP y por las autoridades postales, que no la consideran como una manifestación cultural, puede decirse que está en vías de extinción. Al menos en México. La popularidad del correo electrónico, también está haciendo lo suyo. Este libro pretende hacerle ver a la gente que la filatelia no es sólo una manía de viejitos ricachones, sino que puede ser utilizada como medio didáctico y cultural. Los timbres postales, además, viajan por todo el mundo en las cartas, llevando un mensaje del país donde se emiten.