Si hombres y mujeres hablaran sinceramente de lo que sienten y aclararan sus pensamientos dialogando cariñosamente, con el ánimo de comprenderse y, si además, dieran base a su contacto corporal con una exploración cariñosa de su sensualidad y de su erotismo, estarían en capacidad de determinar mejor sus metas y compartir mejor sus logros. Las parejas que aumentan a propósito el goce en el placer y dignifican la sensualidad, tienen mayores posibilidades de encontrar una sexualidad bien congeniada y creativa.