En esas noches en que los ojos están peleados con el sueo se puede escuchar lo que dicen las casas y conocer sus sentimientos y deseos. Como el caso de Eustolia, quien tenía diez aos sin sentir el calor de algún habitante y un inesperado día se convierte en la casa más importante del pueblo; o el de la malhumorada Felipa quien sufre mucho antes de terminar convertida en una silenciosa biblioteca... ¿Y tu casa qué siente?