Aquella noche, Alexandria creyó que el mundo de siniestra fantasía que conocía como dibujante se había hecho realidad: un vampiro auténtico amenazaba su vida y la de su hermano pequeño. Siguiendo con las sorpresas sobrenaturales, ambos fueron salvados por un extraño y hermoso ser, un coloso de larga cabellera rubia que inspiraba tanto terror como atracción. Pronto descubrirá que Aidan Savage es más que un hombre: es un carpatiano, miembro de una raza legendaria con poderes sobrenaturales. Un ser que asegura amarla porque ella es la única que puede poner fin a siglos de soledad y a un futuro sin esperanza. Alexandria no puede negar la pasión que siente crecer dentro de su cuerpo, pero se niega a renunciar a su existencia humana. La perspectiva de una eterna noche es aterradora... aunque sea en el lecho del ser más seductor que existe sobre la Tierra.