John Perkins lo sabe muy bien. él ha sido un gángster económico. Su misión consistía en persuadir a países estratégicamente importantes para Estados Unidos, desde Indonesia hasta Panamá, para que aceptaran créditos enormes con el objetivo de financiar el desarrollo de sus infraestructuras. Estos lucrativos proyectos debían ser ejecutados por contratistas estadounidenses. Y una vez contraída le deuda, dichos países quedaban sujetos al control de Estados Unidos, del Banco Mundial y de otras instituciones dominadas por EE UU que actúan como usureros, dictando las condiciones de pago y forzando así la sumisión de los gobiernos. Los gángsteres económicos escribe John Perkins son profesionales generosamente pagados que estafan billones de dólares a países de todo el mundo. Entre sus instrumentos figuran los dictámenes financieros fraudulentos, las lecciones amañadas, los sobornos, las extorsiones, las trampas sexuales y el asesinato.