Al finalizar el curso escolar, el pobre de Ernesto se entera de que tiene cuatro reprobadas y siente que la tierra se lo traga, Con ese panorama, ¡qué verano le espera! Pero no es así, qué va, no señor. Con la Marijuli -sabihonda pero tan simpática- y Margarita, y los autobuses blandos y, sobre todo, Rufina del Bosque, Ernesto pasa un verano que no será fácil de olvidar...